Regalo
Buscaba un mimo y un halago.
Un suspiro hubiera alcanzado…
No encontré nada.
Recordé que amar es eso de dar y dar y dar
sin esperar nada
se pierde siempre
la entrega es así y ofrece poca recompensa.
En ese momento noté
que yo notaba
que tu notabas
lo mucho e
intenso que era
sentir así.
Y fue cuando
apareció la risa.
Esa magia
la carcajada y la otra
la apenas contenida y
que no se puede ocultar
la risa cómplice la más sabrosa.
Y al reír volví a ser adolescente.
Volví a importarme de nada y todo
que es lo mismo.
Sentí la misma sensación de vértigo.
La necesidad de abandonarme
la fuerza de la risa que transmuta.
Entendí que era simple
que resulte absurdo y profundo
y es que la risa, la mía
vale tanto,
que te amo por provocarla
Y de verdad, no debo esperar más nada.