A veces
Me resigno, apago la luz,
me alejo, no protesto,
ni cerca de confrontar
ni lejos de huir
Es sólo una vivencia
silenciosa
donde se me ocurre que lo mejor
será delegar a la causalidad
lo que deba ser y será.
Me resigno y sin sonidos
vivo el tiempo que necesito
para aclararme, comprender,
enduelarme sin testigos.
Sí , a veces hay que resignarse al caos
a lo injusto, a lo que no puede ser,
confiar en que de una u otra forma
las piezas imantadas volverán
se arrimarán y se alinearán.
El desorden generará otro orden
pero es necesario, algunas veces,
esperar con resignación
ese tiempo y ese lugar
que nos hará confiar otra vez.
Hay veces en que esperar y resignarse
te permiten recargar la energía
del ave fénix y la comprensión
sin odios.