Me hice un ovillo, me gasté las lágrimas y me chupé el pulgar como si fuera bebé…
Me soné los mocos y sequé mis babas, di gritos agudos, me quedé sin voz…
Después todo se quedó muy quieto, adentro, afuera y por doquier…
Se fue el sonido, chilló el silencio en mis oídos, mi posición de feto tomó forma al fin…
Tenía que estar así para buscarme, parirme a mi misma, reconstruirme y ver si podía salir…
Tantas batallas perdidas, pocas victorias a favor y esta incertidumbre lograron al fin, reconstruirme…
Entonces comencé de nuevo a pelear, respiré despacio, recomencé y tracé un plan…
El plan era vivir con este poco aire, poca agua, tubos y sonidos que me humillaban, meterme en mí y dejarme salir…
Hubo instantes o segundos tal vez horas, es lo mismo, donde tuve la intención de agonizar, me tentó el respirador y dejarme ir…
Pero recomencé otra vez, cada segundo respirando, calmándome, sosegándome, control… control, no existe otra meta.
Meterme otra vez en mí y arrancar las fuerzas desde las tripas, arriesgar todo por todo, pelearme un día más con este virus que quiere mi vida, mi única vida…
Fue agonizar y transpirar , agonizar y sonreír a pesar de todo, fue pelear sin otras armas que mi mente y mi tesón y la seguridad que puedo con la muerte… eso, respiro, me controlo y controlo la muerte…
Dijeron que fueron muchos días, que casi un mes, que fueron bajando el oxígeno, que pude hablar un poquito y qué tal vez podría recibir una visita… dijeron eso y resoplé, otra vez me metí en mi mente, este triunfo es mío..
Hoy estoy intentando pararme, viene otra etapa, test negativo, el virus ya no está, solo este cuerpo castigado y esta sonrisa nueva de mujer que supo batallar…
Afuera hace frío y yo intento otra vez, reinventarme, saber qué hacer, tomarlo con calma, volver a parirme, nacer de nuevo…
Después de todo… la vida es eso, lucha, pelea, inventarse y vencer o morir…
He decidido vencer…
Es impresionante, me deja helada la historia, ¡Qué fortaleza!
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