Es la hora del desconsuelo. Porque desde la calle grita el sol y yo no me animo… porque se va muriendo gente y yo no puedo entender… porque la incertidumbre le gana al vivir..
La incertidumbre, me dice alguien, nos ayudará a vivir más el día a día y no planificar tanto. Eso nos trajo la pandemia: disfrutar el presente…
Te cambio esa enseñanza por un muerto, una muerta, un estado crítico y seis meses de CTI…
Te hago canje de esa enseñanza por los médicos agotados y las enfermeras desesperadas…
Te hago canje de esa enseñanza por una familia que quedó sin trabajo o por dos familias que ahora se alimentan en ollas populares…
Te cambio tu filosofía de vida por un poco de piedad por los y las que de verdad están sufriendo los estragos de esta situación…
En tu zona de confort… cuánto te afecta y te afectó? Seguís trabajando, tal vez menos pero te mantienes, buena casa y auto… tus hijos cuidados adentro y tenes todo para que si algo sucede, se atiendan…
Te cambio “ la enseñanza de la pandemia” por los que ni siquiera llegan al hospital o los que en el hospital no llegan al CTI…
Vos quédate aprendiendo a vivir el presente y agradecer esa enseñanza yo, perdóname, voy a vivir en zona de desconsuelo…