De esa relación especial o quizás diferente, que cada cultura o religión tienen con sus muertos. De filosas estatuas y códigos negros, misas y rezos o también, velas y crespones…De esa asociación o convocación al llanto o al engrandecimiento del difunto…
De todas esas prácticas celebro la Memoria. Que los muertos vuelven a la vida cada vez que se nos enroscan en una frase, en un brindis, en un sueño o un pensamiento. Traerlos a la vida es, una cuestión de Memoria. Una cuestión saludable y beneficiosa. Ellos vuelven y por un instante, fugaz momento de evocación, estamos todos otra vez en el mismo lado: la vida.
Mis muertos siempre rondan mis sueños y cuando lo hacen, despierto pensativa. No sé de que lado he estado en el filo de la madrugada, ellos de mi lado o yo, del lado de ellos…