La puerta

Qué época terrible para amarse de esa manera. Qué pasión desmedida que no debió ser. Qué escándalo hubiese sido, la vergüenza de ambas familias y el destierro social para ambas.

Por eso siempre se mantuvieron cercanas, mejores amigas, compañeras. Tragaban las ansias de tocarse, besarse, abrazarse. Lo disimularon por años.

Cuando llegó el tiempo de casarse, lo hicieron apropiadamente. Estaría todo más o menos arreglado? No lo sé pero,en esos años 40 era muy complicado para una mujer liberarse del yugo social y familiar. Tal vez fue pura estrategia femenina…

Tuvieron sus hijos, los cuidaron hasta con excesos, ayudaron a que sus maridos progresaran económicamente y se fueron a vivir a casas contiguas. Lograron incluso que sus amigos, hombres simples de trabajo, fútbol y alguna copa, fueran amigos.

Cuando los hijos comenzaron a estar cada vez más llenos de estudios y los maridos engordaban tranquilos, hicieron la puerta por donde ambas casas se comunicaban.

Por esa puerta pasaban su amor cada vez que podían. Esa puerta las liberaba, pasándola se permitían ser, amarse y olvidar.

Y cuando ya viejas y viudas se quedaron solas, a nadie le extrañó que la puerta quedara definitivamente abierta. Se cuidaron y amaron en la vejez como nunca habían podido. Las viejas, a ojos de los demás, son seres asexuados, por eso, las dejaron libres…