Aquí mismo en este rescoldo de añoso tronco alguna vez, o muchas, detuvimos las bicicletas y nos rescatamos en su sombra.
Era la época de la risa al viento por cualquier cosa y la de los primeros e inocentes besos. Debemos de haber grabado nuestras iniciales en este tronco que hoy, se queja con cada soplo de viento.
Se fue dispersando la vida, las bicicletas quedaron herrumbrosas y nosotros nos alejamos a ver observar distinguir otros paisajes.
Hoy vinimos, porque a veces da una oportunidad el destino o el camino, que suelen ser lo mismo, y nostálgicos recordamos la sombra que protegía risas y besos adolescentes.
Rescoldo de tronco retorcido vencido y quejoso… nos estará mostrando en lo que nos transformaremos? Nos estará diciendo que a pesar de todo y aún vencido se mantiene en pie? Tal vez sólo nos dice que hasta el final, guardará nuestros días felices, como suelen hacerlo los buenos amigos…