Lección de sexualidad

La abuela cuando tenías edad suficiente, después de los once, hacía mermelada casera y te daba su única lección de sexualidad favorita.

Mientras con cuchara de madera movía la mermelada te explicaba:

– Los hombres son siempre como niños y nosotras siempre un poco sus madres, entienden? – paraba la cuchara y nos miraba a los ojos. Después volvía a revolver y seguía explicando:

– Siempre van a andar tras ustedes, como niños pidiendo mermelada, mermelada, mermelada… son golosos y exigentes y está bien pero…

Acá se aseguraba de darle a la voz su toque de receta de mejor mermelada:

– Tienen que tratar de que comprendan y que aprendan que la mermelada que se saborea mejor, es la que come en su punto justo….

Ah qué receta fantástica abuela!, recién la comprendí cuando avizoré que era contra la frigidez de tu época!