Esa insana costumbre de
meterte en mis sueños
hurgando en mi mirada y
tu propio recuerdo.
Sí, aún estoy y lo siento.
Sí aún te sueño y eso sí,
es grave.
Y esta extraña coincidencia
de traerte de nuevo
de buscar respuesta
como si fuera posible…
Por castigo a mi ateísmo
de pronto, al día siguiente sucede,
que sí, que tuvo algún significado,
mínimo o casi imperceptible pero algo sucede o se anuncia.
Y a qué volver a soñar tu mirada…
A qué volver a soñar tu consejo…
Tu reproche…
O tu bendición.
No entiendo nada y
también, es insana mi costumbre
de querer entender todo.
Vos nunca tuviste mucha explicación
ni yo misma, ni las formas
que secretamente nos unieron
tuvieron una coherencia…
Pero ahora te pido por favor,
debo de estar muy loca,
para pedirte que ya está,
no regreses en mi sueño…
O tal vez te pida,
vuelve cada noche,
conviértete en pesadilla.
Transforma mi descanso en un abismo
es lo mismo.
De una u otra forma
una noche me iré contigo