Lazadas
Sentada pierna sobre pierna
viendo sin ver
la esperanza diluida en un espejo
las manos entrelazadas,
de esa pose, a la paciencia infinita.
Y de pronto las agujas,
el ganchillo,
artesanía pura.
Emergen rosas y mariposas
surgen barcos y caminos
árboles y perfiles,
paisajes fantásticos que sólo ella conoce.
Cuenta, a veces en voz alta para no ser interrumpida, puntos y lazadas.
Ya no existe la nostalgia, no hay desesperanza, olvida el olvido.
Mi madre con una sola aguja
tejía lo imposible y alejaba,
de vez en cuando, el destino.