Nunca voy a estar pronta

Para desear eso que tú piensas o decir o predecir, no podré,

desconfiada de los brillos, desatinada con los

tiempos, disgustada con los silencios y

amante de las palabras no podré estar pronta

nunca para no hacer nada.

Hago y deshago sin tino, gran verdad,

lanzo al aire mis pasiones y me ilusionan

las letras en todos sus colores.

No estaré pronta para ver lo que me muestran.

No oiré lo que me dicen, obviaré las indirectas,

preguntaré aunque lo sepa:

Dónde está la razón y dónde dónde la justicia?

No estaré pronta para aceptar la verdad

absoluta, la hipocresía y la soberbia.

Me reiré en silencio de los pobres mediocres,

de los que envidian y temen,

de los que odian tanto que se olvidan,

no son inmortales.

Nunca voy a estar pronta para callarme,

voy a decir y a decir y a decir,

y cuando ya no pueda, lo escribiré como hoy:

Nunca estaré pronta para esta sociedad

tan lógica, patriarcal y endiosada,

que por momentos da asco y rabia.

Voy a morir como mi abuela: con rabia

por lo que no fue,

pero pronta a resignarme?

Nunca!