Cuando tu voz se calle se apagaran los cuentos. Cuando se apaguen ya no habrá en esta aldea el grito por las palabras que iluminan ojos, caras atentas, silencios lúcidos…
Y habrá que inventarse otra voz pero no será la tuya y tus gestos y ademanes, donde aletearon las palabras musicales, se irán perdiendo en olvidos.
Porque nada es para siempre y lo sabías, nada dura eternamente , en esta coetaneidad llena de cosas nuevas, deberías de conformarte, tu voz ha sido una constante por casi treinta años.
Pero como duele quedarse muda cuando aún hay tanto por contar a otras y otros. Pero la aldea es chica, tu voz no alcanza, tendrás que aprender a callar.
También cuesta el olvido y en la aldea sobra: ni desprecio, ni llamados, ni sombra de las sombras, la luz se apaga, se cierra el telón, que pase otra, está acabó.
Es el ego que te habla, no te puedes quejar. Tu voz ya está algo gastada, te tienes que acostumbrar, enemiga de cualquier costumbre. Te copiarán mil veces, sin talento es verdad, la cuestión será ocupar la escena, el espacio… a quién le importa hoy la esencia y el estudio, el arte, la entrega, la lucha?
Será cuestión de escribir en absoluta soledad esta tristeza infinita de apagar tu última función. Despedirse por escrito es cien veces mejor. Te gustaría gritarlo pero sabes qué? Ya no son tiempos de gritos, apágalos también, comienza en silencio a redactar redactarte y contar contarte a vos misma las mil y una aventuras de narrar para ellas y ellos..
Cómo se cuenta la historia de quién leyó y narró por más de treinta años para públicos diminutos, para infantes, adolescentes, personas adultas, privadas de libertad, maestros, bibliotecarios, profesores, obreros y obreras, abuelos y abuelas…a quiénes no les leí o a quiénes no les narré ?
Apaga el ego. Tranquilízate. Lo has hecho con arte, con orgullo, con amor. Ya está: muchísimos se han ido de la vida sin conocer eso de dar y dar, que es mucho mejor que recibir!
En fin querida amiga, amante de las letras, amante de la lectura y la narración, sigue tu duelo hasta que no duela y disfruta: lo has hecho bien.