He tenido el sueño de que el vehículo que me transporta se pierde en un camino imposible. No importa si es terrestre, o si va por aire o incluso, por agua. El sueño se repite: una suerte de abducción o de rapto subliminal, eso que ocurre sólo en sueños.
Me despierto en medio de la noche, siento el sonido del motor y algo me hace mirar por la ventanilla de turno. De inmediato noto que se ha perdido el rumbo, que la dimensión es otra, que nos alejamos inexorablemente. Los demás pasajeros duermen, me desespera saber que soy la única que lo sabe. Busco en la oscuridad mi libreta de notas. Comienzo a contar mi sueño.
Dejo notas por doquier, incluyendo esta que tu lees ahora.