Te ven mirando la lejanía y te preguntan qué miras buscas hurgas y… nada, vos miras lejos para meterte adentro. No te dejan.
Por eso la gente que medita crea todo un culto y un retiro: para que los dejen mirar lejos pero adentro.
Ando buscándome hace casi medio siglo, me he encontrado por fugaces momentos. Me he aprendido de memoria que soy ansiosa, arrebatada y apasionada. Soy lenta para la ironía y rápida para la comprensión. Soy fiel por natural elección y desconfiada por la misma causa.
Me duelen tanto las injusticias y desprecio tanto a los dueños de todo qué me he peleado con muchísima gente por eso. Me duele el hambre y el frío que nunca pasé, el desprecio a la piel negra que nunca tuve, admiro al aborigen que jamás tendré en mis genes… odio las religiones, las sectas, los fascistas…no creo que la democracia sea un elemento sagrado.
Entonces ahora ando buscando el rincón menos conocido de mí y para eso voy a militar en mi misma. Esto va a ser más difícil que andar de militancia política.
Qué surgirá? Seguramente una mujer madura que entiende que debe retirarse enduelarse dolerse y aceptar el desafío de la soledad que, en los finales, suele ser la más fiel.