Buscándonos

Separada de ti ya fui otra cosa.

Arrancada de tu ser, empezaba a ser

y despacio caminé a tientas, buscándome.

En ese recorrido creo que he sido

soy y seré muchas, porque me aburre ser

una sola.

El tedio a la rutina es propio o lo heredé.

El intento diario de vencer la abulia

La interpretación permanente

El goce por imaginar

Y otros estrabismos más o menos locos,

los habré agarrado por no parecerme a vos.

Vos te aferrabas a lo que había que decir,

hacer, pensar e

intentaste hasta el cansancio la sensatez.

Por eso a veces estabas tan triste

que dolía en mi alma tu mirada.

Eran fugaces tus caídas en el desánimo

pero nada igualaba tu instante de tristeza.

Cuánto hay en mí de vos

desde el corte

fiero de nuestro cordón.

De tu tristeza a la mía, de tu sonrisa

y de tu enamorada forma de leer

la vida.

De tus jardines perfectos a mi poca habilidad

con las pobres plantas.

De tus bordados en hilo que logro sólo imitar

con toscas palabras.

De tu arte culinario que no supe heredar,

seguramente no quise.

Y todo esto madre, todo esto, que no

terminaré jamás de escribir

para remplazar un te extraño eterno