Confesión

De soberbia ninguno,

de transgresión casi todos.

De rebeldía casi la vida,

orejana y anárquica con los preceptos.

De lujuria, demasiado poco,

del alcohol, casi nada,

de la mentira sólo algunas,

de la gula sólo a veces,

De la traición, no la conozco.

Pero soy una gran pecadora,

me gusta escribir locuras

me interesó siempre mirar

el mundo al revés

dar vuelta todo, tirar abajo lo predicho

reinventar y gritar que no,

he cometido sobre todo el pecado

de pensar por cuenta propia

lo que se me antoja y

decir sin pensar, lo que siento.

Y el peor de todos es este pecado de

ser ingenua y creer que aún se puede,

tirar el mundo patas arriba,

que dejen de sufrir siempre los mismos,

que las mujeres podamos todo,

que los más débiles sean los más fuertes…

Y qué los poderosos sean

terriblemente bondadosos…

Ingenuidad o utopía, sí,

es lo mismo y es

pecado.

María Luisa de Francesco Salto Uruguay