Saña

La bisabuela se quedó ciega, había sido lectora, cinéfala y costurera, creo que la ceguera pudo destruir en gran parte su yo íntimo. Con auriculares escuchaba radio y música todo el día…pero se fue quedando sorda y ya no pudo escuchar a los que no le hablaban a los gritos.

La bisabuela tuvo más de sesenta años de matrimonio. No sé si fue feliz. Algunas mujeres que tienen hoy cien años lo habrán sido. Supongo que la bisabuela no. Supongo que se casó sin amor y soportó del otro muchos malos tratos. Y tal vez sí, algunas veces logró estar tranquila y ser casi feliz. Sobretodo después que le sacaran el útero y usó esa excusa para separar las camas para siempre.

Cuando sobre los noventa años el bisabuelo murió, no lo perdonó. Se quedó demasiado sola. Ciega, sorda y sola. Su vida desde entonces, se volvió ácida, irónica y cruel.

Destrató y maldijo como un camionero, justo ella que fue una mujer delicada, no tuvo piedad con nietos y bisnietos, justo ella que amó siempre a todos los niños, odió con una saña incontrolable, justo ella que nos había demostrado el amor por la vida.

A los cien años era una anciana muy mala. Se gana o se pierde en una vida larga. Esa imagen fue lo único que nos quedó porque obstinados, no la recordamos más como la mujer gentil que fue… pero… cuál fue? Tal vez la bisabuela toda su vida fingió y se dió el lujo de ser ella misma al final…