Escribir para jóvenes

Cuando te dedicas a escribir para niñas y niños, para jóvenes, la mirada hacia tu literatura será siempre de comprensión y pena. Es que no puedes o sabes escribir para adultos. Por tanto te ocupas de una » literatura menor» y no de menores como se debería entender.

Siempre ha sido así y los grandes literatos consideran al género infantil una especie de Cenicienta de la Literatura, una hermana pequeña.

Y sin embargo descansan en ese género libros excepcionales como Pinocho, Alicia en el país de las maravillas, Tom Sawyer, Gulliver y muchísimo más que han sido la base de formación de millones de escritores y lectores que luego nos soslayan.

Escribir para los pequeños, escribir literatura para ellos, es lo más difícil qué hay. Y no sólo porque hay que coincidir con el ilustrador sino porque entretener y que se sientan conmovidos por la escritura no es fácil. El adulto lector ya es lector, no necesito seducirlo.

Escribir para niñas y niños es complejo en un mundo mercantilizado donde se los usa para llenarlos, cada vez más, de objetos innecesarios y caros, donde manejan tecnologías cada vez más temprano. Encantar a las y los niños con la lectura es una lucha quijotesca, cada día más necesaria.

Y si de verdad la Infancia importara: los planes y proyectos de lectura para esa etapa deberían de ser donde más dinero se designe. Porque si se gana un lector/ a en la Primera Infancia, se gana de por vida y debería de ser la aspiración de todo gobierno.

Mientras tanto seguimos intentando buenos libros para esa etapa esencial de la vida humana. Y seguimos siendo » autores menores» raras veces reconocidos, salvo claro está, que una multinacional te compre los derechos y mercantilices tu literatura.

Aún en ese caso: sobrevivirás de tu oficio pero serás » sólo una autora para niños»…