Cadenas de llaves

Insólito es mi historial con las llaves. Un día pude encontrar en el mar la que una ola inquieta me arrebató de mi bolsillo, salvada en el primer día de vacaciones. La historia había comenzada sin embargo, muchísimas lunas atrás.

Mi padre me entretenía horas con la caja fuerte de la compañía donde trabajaba: tranque, destranque, escuche, aprenda a abrir cerrar las puertas, con o sin llaves. A qué niña de seis le enseñaron eso?

Y por no dedicarme a arrebatar cajas de seguridad se dió la historia con las llaves.

He encontrado y perdido toda mi vida, todas las llaves. En todos los lugares inimaginables las he encontrado y vuelto a perder. No se han salvado llaves pequeñas, grandes, nuevas, viejas y hasta modernas electrónicas y magnetizadas. Se me pierden, desaparecen y van a aparecer en otro lugar donde por ejemplo, jamás, juro y re juro, estuve.

He tenido que girar y devolver llaves después de un año a algún hotel, hostal, casita de alquiler. Me han regresado en forma mágica otras llaves que nunca perdí y así sigue la historia. Van y vienen llaves todo el tiempo y sigo perdiendo encontrando.

El tema es si soy yo o son ellas…