Aguda insanía

Estaba desquiciada, loca de remate decían, que seguro por no tener un hombre, aseguraban los y las machistas, le faltaron hijos, nunca quiso un perro, es demasiado solitaria, no conversa con sus vecinos, rara vez visita su familia, ni se arregla para salir, apenas si saluda en la calle, se equivoca de ómnibus dos por tres, camina como sin rumbo, no mira ni una sola vidriera, no festeja, no se la ve socializar, su rutina es improbable para alguien en su sano juicio, no molesta tampoco, ni se la oye, pero alguien debe de hacer algo…

Nunca hicieron nada porque nada podían hacer. Les molestaba la presencia de un ser, mujer además, libre o solitaria, pueden ser lo mismo, que no pedía ni daba nada.

La observaban, la escrudiñaban, medían sus horarios que para desesperación del barrio, eran rutinarios. Observaban la basura: consumía muchos fármacos?, botellas de alcohol en demasía?, preservativos?, qué comía?…porque la intriga era mucha, el barrio era neutral de aburrido y la chusma necesitaba algo, alguien, ella sin dudas era la candidata ideal.

Cuando le dio el ACV, estuvo unos días internada y algunos vecinos atrevidos entraron a su casa. Nada en particular. Nada de lujo, ni de pobreza extrema, ni nada de mugre, ni exageradamente limpio. Se veía a las claras que la habitación más usada era la de su escritorio. Había apuntes y libros desordenados pero no en demasía.

A la semana murió y apareció la parentela lejana a ordenar el sepelio y a recibir la herencia. Les fue bien con el entierro: fue casi todo el barrio por esa curiosidad que esperaban saldar aunque sea en la despedida.

Con la herencia les fue mal: se encontró un testamento y dejó su pequeña casa para hacer una Comisión Barrial con la condición de que tuviera una Biblioteca y donaba todos sus libros que no eran pocos.

Por otro lado dejó una novela terminada en su computadora que si salía a la luz, donaba todo a la Comisión Barrial. Los pocos parientes se llevaron algunos muebles y cosas de poco valor.

El nombre de la loca solitaria comenzó a tomar forma en la boca de los vecinos. Al año era casi la persona más amable y solícita que conocieron. Y para cuando se vendió la novela y el Centro Barrial con su Biblioteca eran ya una realidad palpable, la loca solitaria era digna de una estatua, una calle con su nombre y una fiesta para su natalicio.

Con el paso del tiempo se transformó en heroína indiscutida y en la posesión más fuerte de un Barrio que la venera. Creo que no la han propuesto para Santa porque nunca la vieron en ninguna Iglesia…

Un comentario sobre “Aguda insanía

  1. ¡Qué bien retrata a la persona que pasa en silencio por el mundo, sin molestar a nadie, por otro lado la insolidaridad y el egoismo de vecinos y familiares!

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