Segundero

Implacable y eterno da vueltas el segundero.

Quien espera desespera rezan los viejos pero

no se salva nadie de mirarlo.

Gira, marca, sonidiza el segundo y la vida,

es lo mismo.

Alguien notó el minutero detenido mientras

giraba convencido el de los segundos.

Alguien buscó los relojes y las pantallas

modernas.

Alguien salió y como

mujer u hombre primitivos, miraron el astro rey y lo vieron…

Detenido justo a la hora exacta que el crepúsculo es rojo intenso, se detuvo el tiempo.

Se paró todo por un momento o siglos, qué importa cuánto…Vos y yo, todos juntos los otros,

la esfera y las constelaciones, el antiguo centro, el péndulo, la vida, estática inimaginable y sin sonido.

Después pudo y aconteció todo, las alucinaciones predichas, las mitologías siniestras, los suicidios masivos, las hecatombes humanas, triviales, más eternas y tristes y el pobre segundero que nunca se enteró de nada… siguió fiel a su giro de rutina.