…amanece de rojo el verano
presagian las chicharras el infierno
del mediodía,
apura el cielo colores y fuegos
de estío
majestuoso,
se dispone a imponer
con desazón, sin treguas,
nuestra súplica de viento
nuestra necesidad de agua
nuestro ruego de noche…
Implacable, tiránico, cruel,
anuncia el averno,
el sudor y el aletargamiento
sin treguas…
no hay dios…