Imperceptible la gotera,
apenas una gota tras la otra
ardua labor del engranaje que
le permite deslizarse.
Y sigue y yo sin pegar un ojo,
repica irónica y desafiante,
es sólo una gota de agua
que inhibe mi sueño
perturba mi noche y me tiene
despierta y furiosa.
La gota cae y se ríe, canta,
yo maldigo y suspiro.
Así se escurre la noche y el
tiempo y las gotas cantarinas
que se llevan el agua.
Tan sólo una gotera
poderosa y enorme de
una o mil gotas,
pueden arrasar tu noche,
o tu vida,
o tu tiempo,
que al final, son la misma cosa.